Foco, fuera de foco... foco, fuera de foco

por danila

Perdón por mi receso de escritura... (gracias, landi, por darle de comer al pobre blog...)

Me cuesta escribir en enero. El primer mes del año es una época de organizar mi mente y no me dan ganas de dar forma cerrada a nada, ni a una entrada en del blog! Entro en una fase de ocio creativo, si es que tal cosa existe, donde la mente carbura pero siempre y cuando esté tirada en una reposera. A la mañana me hago licuados de fruta y a la noche ceno con un vino rosado en el balcón.

Trabajar por proyectos para mi es una forma de vida. Me cuesta mucho visualizarme siempre haciendo lo mismo. Entonces, bajo el paraguas de lo editorial y la consultoría, voy inventando -junto con landi, mi socia ya desde hace 12 años (!)- cosas para hacer que sean a la vez placenteras y rentables. El negocio de hacer lo que tengo ganas de hacer. Ese es el desafío.

Cuando se termina un proyecto, primero viene el descanso, y luego comienza una suerte de picazón que me pone en movimiento, y se disparan muchas ideas. Luego voy a la acción. Llamo a gente, intercambio ideas, propongo cosas y se va armando uno o varios proyectos nuevos en los cuales me focalizo... hasta que se terminan, y el foco se nubla... para volver a ajustarlo... y así!

Los dejo con una frase que reprodujo Clarín el fin de semana y que me gustó. Es de Amado Verona, sacerdote florentino que vivió en el siglo XIX:

"Se es viejo, cuando no se tienen proyectos. La vida es un continuo hacer. Los jóvenes tienen alas y vuelan. Seamos siempre jóvenes, cualquiera sea nuestra edad: tengamos proyectos".