Tupperware, sex toys y teatro

por danila.

Me interceptó una vecina de propiedad horizontal para decirme que si me gustaban los productos Amway, ella los vendía. Fue así, como después de diez años de compartir el ascensor, me enteré algo acerca de lo que hace esta señora. O tal vez arrancó hace poco, no lo sé.

En la vida he conocido a muchas mujeres que se dedican a la venta directa -desde la primera persona que contraté para hacer un trabajo hasta la tía de mi esposo-. Pienso que debe ser una opción atractiva para generar ingresos por lo flexible, abierta a todas las edades y formaciones, y con capacitación y pautas claras a seguir. De hecho, en la posguerra, la venta directa fue la mejor forma de que la mujer recuperara su rol en el mercado laboral en tiempos en que se pregonaba que la mujer "volviera a la cocina".

No siempre la venta directa implica vender para terceros; también hay quiénes desarrollan sus propios productos y ponen en práctica las mismas técnicas que las grandes compañías. Hace poco supe de una nutricionista, hermana de una amiga mía, que gana mucho más dinero con la venta de su bijouteríe que de su profesión.

En la Argentina, según publicó en esta nota La Nación, hay más de 700.000 revendedoras trabajando para 20 empresas que en totalen 2006 facturaron $ 2335 millones. Una moneda...

Hace poco conocí al Gerente General de Natura en la Argentina, empresa brasileña que viene compitiendo desde hace 12 años con las más establecidas Avón, Amway o Mary Kay en el mercado local. Con un posicionamiento diferenciado -foco en lo natural-, vende 600 productos a través de 24.000 revendedoras. Pero, ojo, en Brasil son 700.000 revendedoras... cifra que no deja de asombrarme.

La técnica más colorida de la venta directa, conocida como party plan -reunión de mujeres en alguna casa, con demostración de productos y copetín-, la inventó Tupperware en los años '50 (y la perfeccionó una de sus vendedoras, Brownie Wise - primera mujer en ser tapa de Business Week!)

En los últimos años el party plan llegó a la industria de los sex toys. He escuchado varios relatos sobre esta bizarra situación -mujeres reunidas en un living probando juguetes sexuales-, pero no he tenido oportunidad de vivirla en carne propia...

Lo que también llegó a la industria de los sex toys fue la crisis. En la feria de productos eróticos "Big Eropolis", cerca de Paris, los vendedores de vibradores, cremitas, aceites, y diversos gadgets para proporcionar el placer sexual, se quejaban de que las ventas habían caído hasta un 30% (Yahoo News). Será cuestión de agudizar la imaginación en tiempos de crisis...

Espero inspirarme con toda esta data. Esta noche, en mi clase semanal de teatro, la consigna es ponernos en la piel de vendedores de venta directa, y presentar un producto inventado en un show televisivo. La delgada línea roja entre vendedores y actores...