"La buena suerte es eso que ocurre cuando la oportunidad se junta con la planificación." Thomas Edison.Si te quedás esperando que la Diosa Fortuna toque tu puerta, quedate esperando nomás. Tanto en la vida personal como en nuestros emprendimientos y negocios, tomemos las riendas. Pensemos en QUÉ QUEREMOS LOGRAR. Una vez que tengamos algunos objetivos en claro, definamos el CÓMO. Eso es planificar; nada más.
Si hay otras personas con quien podemos compartir la planificación (por ejemplo, la pareja en la vida personal; socios o empleados en el trabajo), mejor. Siempre salen nuevas ideas de la creatividad conjunta y además el compromiso grupal es más fuerte que el individual.
Noviembre es un buen mes para ir pensando en los proyectos del año que viene. Ya diciembre se desdibuja entre fiestas y vacaciones. Te propongo que este sábado, por ejemplo, te prepares unos mates y compres unas ricas facturas, y te sientes con tu pareja a pensar en el año que viene. Ingresos, gastos, vacaciones, proyectos, ahorros... un poco de todo.
Lo mismo para los emprendedores. Nuestra actividad o negocio marcha al son de nuestras ambiciones y depende directamente de nuestras acciones. ¿Estamos contentos con el rumbo? ¿Qué cambiaríamos? ¿Es suficientemente rentable el negocio? ¿Qué riesgos debemos disminuir? ¿Estamos logrando un sano equilibrio vida-trabajo?
¡Aprovechen noviembre!
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