por danila
Nadie sabe predecir en qué momento sucederán los auges económicos ni cuándo serán reemplazados por las recesiones. Pero sí podemos asegurar que siempre uno sucede al otro. Estamos ahora evidenciando esa transición en el mundo. Una crisis particularmente dura -como no se veía desde los años '30- nos está llevando hacia una economía más austera. Es lógico. Nada puede crecer para siempre. Y no está mal que de vez en cuando se ponga freno al consumo desenfrenado, los salarios millonarios de los altos ejecutivos y la codicia.
Pero la crisis se cobrará victimas y nos obligará a rehacer nuestras cuentas y revisar nuestro estilo de vida. Quienes durante la "fiesta de la abundancia" consumieron todas las provisiones, deberán rápidamente ingeniárselas para llenar los barriles. Quienes imaginaron que los "boom" y los "récords históricos" serían pasajeros, tendrán reservas y podrán afrontar mejor la etapa que viene.
Hoy se publicaron en el Wall Street Journal las revisiones de crecimiento para 2009 en América Latina (de Morgan Stanley). La Argentina, que según el banco de inversiones iba a crecer al 4.5%, ahora fue corregido a una tasa de 1.5%. Se podrá diferir sobre la cifra exacta, pero la baja se notará sin lugar a dudas en las arcas del Estado y en los bolsillos de todos nosotros.
Muchos son los economistas, financistas y banqueros consultados por estos días. Hay coincidencias y diferencias, pero sobre todo reina la confusión. Nadie sabe muy bien qué hacer. No lo supo Lehman Brothers, no lo sabe Finlandia, no lo saben los candidatos presidenciales de los Estados Unidos, ni su Secretario del Tesoro... menos que menos nuestra dirigencia...
En lo personal, tengo algunas reacciones iniciales ante la crisis económica mundial actual que quisiera compartir ustedes. De ninguna manera representan un receta universal ni servirán para todos los casos, pero tal vez alguna cosa dispare ideas propias en los lectores. Mañana las postearé.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario