"Tenemos una amiga que no va a ningún restaurante que no tenga carta de aguas". Al principio me costó entender a qué se refería mi pariente español. ¡Ah! ¡Como una carta de vinos! OK... ¡qué excentricidad!
En Europa tuvimos oportunidad de ver este nuevo fenómeno del marketing que son las aguas envasadas como si fueran perfumes (ver, por ejemplo, Bling H20 ó Voss). Incluso con recomendaciones de con qué comidas va mejor cada una de ellas... :O
Como el fenómeno todavía no ha llegado a nuestro país, supongo que es una oportunidad para algún emprendedor local y -aunque le veo claramente el atractivo cuando me pongo el sombrero de marketinera- me produce irritación con el sombrero de consumidora.
Un amigo mío norteamericano se indignó cuando hace un par de años en Palermo Hollywood lo miraron mal por pedir agua de la canilla. Hay dos corrientes conviviendo en el mundo. Unos no toleran que un restaurante no tenga "carta de aguas" y otros no conciben que el agua sea envasada y vendida como bien de lujo.
Mientras tanto, en el World Water Week que reunió a más de 2500 expertos internacionales en agua en Estocolmo el mes pasado, el CEO de Dow Chemical dijo: "El agua es el petróleo de este siglo, con la crucial diferencia de que el agua no tiene substituto." Es que, con el calentamiento global, los glaciares -que son responsables del 70% del agua natural tomable-, se están derritiendo a una tasa alarmante.
Para pensar, ¿no?
(La foto la saqué en una tienda de productos gourmet en Benicassim, en la región valenciana)
2 comentarios:
Las dos corrientes tambien me afectan a mi:
Corriente 1: Cuando vivia en Estados Unidos no podia creer que el agua mineral que se vende en los restaurantes estuviera envasada en Italia o en Francia (que ineficiente! tanta logistica para un vaso de agua...)
Corriente 2: Y si por aca me pongo a envasar el agua del Nahuel que veo desde la ventana?
Conviene no crear dos tribus, "minerales" y "canillas", como si se tratara de emos y floggers.
Con respecto al agua de la canilla, no es igual en todas partes. No tengo un analisis comparado, pero imagino que alguna diferencia debe existir entre el agua de Estocolmo y la de Nueva Delhi. Y aun dentro de las aguas "seguras", los distintos porcentajes de cloro marcan diferencias: el exceso del desinfectante puede ser pernicioso. Seria interesante tener un analisis quimico del contenido del agua que sale de las canillas en Buenos Aires.
Tampoco son iguales todas las aguas de botella. Si bien las "cartas de aguas" y los envases con brillantes de Swarovski son puro marketing, tiene sentido que el consumidor elija su agua.
Las aguas minerals proveen calcio, zinc, magnesio, potasio, hierro, todo lo cual es bueno para la salud. Pero hay aguas que tienen altos niveles de sodio, lo cual es decididamente malo para quien tiene problemas cardiacos o de tension, y desaconsejable para quien quiera prevenirse de estos riesgos. En general, conviene elegir las botellas que indican "bajo contenido de sodio".
Otros components de las aguas pueden ser beneficiosos para unos y perjuidiciales para otros. Es el caso de los nitratos que, en altas concentraciones, pueden afectar a las embarazadas. El maximo tolerable es 45mg/l.
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