miércoles, mayo 16, 2012

Mi vida online

por @dterragno


Ya lo sabía, pero el domingo lo internalicé. Me encontré diciendo en voz alta "¡Hago todo online!" Salvando mis necesidades fisiológicas, el traslado de mi persona de un lado al otro y otras actividades físicas (gracias a dió), de a poco mi vida fue migrando hacia el ciberespacio. Sin retorno.

A la mañana ya no abro la puerta para buscar el diario sino que me siento en el sofá con un café con leche y mi iPad, navegando noticias mezcladas de la Argentina, del mundo y de mis amigos en Twitter y Facebook, y luego revisando artículos interesantes en mi cliente de noticias, Pulse.

Antes de ponerme a laburar, entro a pagomiscuentas.com para pagar luz, gas, ABL, patente y demás cuentas que vencen esta semana. Desde hace más de 10 años que uso este genial servicio de Banelco, y no hago jamás una cola en un Pago Fácil o banco. Salvo cuando tengo que pagar el ISBN de los eBooks que publico, que no se puede hacer online... lo que me resulta absolutamente increíble. ¡Que se ponga las pilas la Cámara Argentina del Libro, por favor!

Bueno, mi semana laboral normal transcurre 75% delante de mi MacBook Air, y solo 25% en reuniones cara a cara con clientes y proveedores. Mi socia vive en Bariloche y nos comunicamos vía Skype varias veces por día y compartimos nuestros documentos en Dropbox.

A falta de un Jefe, tengo mi iCal, para organizar mi calendario y recordarme las tareas en orden de prioridad. Hasta hace unos días usaba el Outlook, vestigio de mi época PC que me traje cuando me pasé a Mac hace unos meses. Pero este fin de semana activé el iCloud y ahora tengo mis contactos, mi agenda y mis tareas sincronizados en tiempo real en la compu, en la iPad y en la web. Esto quiere decir que los tengo disponibles vaya donde vaya, y que siempre están actualizados. Fundamentalmente: ya no tengo que sincronizar con cables. Ya no falta mucho para llegar a ser "cable-less". Añoro ese día.

Cuando tengo que escribir, investigar o editar me gusta escuchar música. A veces escucho una lista de temas seleccionados entre los más de 7.000 que están en la Powerbook de mi esposo (y que yo accedo vía Home Sharing en WiFi). Otras veces pongo la radio convencional o sino uso la aplicación Tunein. Si aparece un tema o un artista que me gusta pero no reconozco, acudo a la magia de Shazam, que tengo en mi iPad. ¡Aprieto un botón y me dice qué estoy escuchando!

Para todo el trabajo que hago de curación de contenidos, debo confesar que uso mucho Google. Ya estoy entregadísima con temas de privacidad/ datos en general en Internet, pero el poder de Google me asusta. Lo único que hice al respecto fue darme de baja en la red social Google+ porque ya era abusivo el nivel de detalle que aparecía sobre mí en los buscadores. Pero uso intensivamente el buscador clásico y también Google Images, Google Noticias, Google TraductorGoogle Reader. Ah, bueno, y este blog existe gracias a Blogger.

Cuando durante el día se me ocurre un pensamiento genial o uno muy estúpido, indistintamente, lo tuiteo. Uso el cliente oficial de Twitter para Mac. Cuando tenía la PC usaba Tweetdeck, pero en Mac deja mucho que desear (por ejemplo, que funcione). 

Por la noche leo libros en Kindle para iPad o veo películas y series en Netflix. Tenemos en casa Apple TV, un aparatito que permite ver en la pantalla de la TV lo que vemos en la computadora. Está conectado al router, de modo tal que no hace falta enchufar nada. Está siempre disponible con solo tocar un botón en el control remoto (Un porotito más para la vida libre de cables...).

Para elegir qué películas ver o consultar cualquier cosa que se me ocurra sobre un actor o director, consulto IMDb, la guía más completa del cine que haya existido jamás, y de la cual soy miembro orgulloso desde hace ya nueve años. Uso la versión web o la aplicación para iPad.

Eso sí, mientras ceno con Cris, nunca está prendido el televisor ni las computadoras cerca. Reglas de la casa. ¡Conversamos offline! ¡Aleluia!

Para ir al teatro siempre acudo a Alternativa Teatral y para evaluar restaurantes la Guía Oleo. Ambas guías son mis favoritas en la Argentina. Tengo perfil y soy miembro activo.

Mi próxima salida a cenar la reservé vía Restorando, y previamente conseguí un descuento en el restaurante en cuestión canjeando un cupón Quiero de Banco Galicia.

Mi última escapada de fin de semana la contraté a último momento vía Expedia Argentina, previamente chequeando los comentarios de viajeros en TripAdvisor.

La semana pasada fue el cumpleaños de 1 año de mi ahijada, que vive en Londres, y le compré el juguete que ven en la foto en Amazon (¿no es hermoso?).  También soy fiel miembro de Amazon, comunidad en la cual hace poco publiqué con mi socia y coautora "Tu dinero en tiempos de crisis" en eBook.

Podría seguir, y tal vez haga una segunda entrada con más de mis sitios y aplicaciones favoritas, pero por ahora... quedó más que claro que ¡hago todo online! ¿No?

¡Me encantaría que me escribieran comentarios con sus propios sitios y aplicaciones favoritos!

jueves, mayo 10, 2012

Los Grobo: desafíos de la empresa familiar superados

por landi

Durante el último año trabajamos mucho sobre un campo sobre el que suele haber poca información formal: las empresas familiares. Seguro, sí, hay muchísimas anécdotas de quien está en ese tipo particular de negocio donde los límites entre relaciones personales y laborales no son claros. Reuniones de negocios en la mesa del domingo, decisiones en la cama matrimonial, peleas de hermanos en la oficina... Padres, hijos, primos, parejas y exparejas suelen mezclarse con las supuestamente "frías decisiones de negocios". Y no es fácil.

La semana pasada asistí a una charla de Andrea Grobocopatel, economista, parte de una de las empresas familiares más grandes y exitosas de la Argentina, Los Grobo, como parte de las actividades del Instituto Profesional de Empresas Familiares que creó la Universidad Empresarial Siglo 21. Allí planteó que los principales desafíos para cualquier empresa familiar son dos:

1. Cómo ser sustentables y sobrevivir aun con cambios generacionales.

2. Cómo profesionalizarse, para responder a las demandas del crecimiento, el contexto y los cambios familiares.
"En lugar de invertir en tierra o incluso maquinaria agrícola, la compañía reinvirtió la mayor parte de sus ganancias en recursos humanos y tecnología de la información."
En su empresa familiar estos desafíos parecen superados.

Los Grobo hoy está bajo la dirección de cuatro hermanos, liderados por Gustavo Grobocopatel, y ya planifica su futuro en manos de los 14 nietos del fundador, el hijo de inmigrantes agricultores Adolfo Grobocopatel, que creó Los Grobo Agropecuaria S.A. en 1984. Claro que la nueva generación solo podrá incorporarse al día a día del negocio si demuestran ser los mejores preparados para ocupar un puesto profesional.

Su modelo de negocios revolucionó el mercado del agro en la Argentina y tal vez en el mundo. La prestigiosa escuela de negocios de la Universidad de Harvard escribió en su caso sobre la empresa al que tituló "Los Grobo. ¿El futuro de la agricultura?".

"En lugar de invertir en tierra o incluso maquinaria agrícola, la compañía reinvirtió la mayor parte de sus ganancias en recursos humanos y tecnología de la información - activos "blandos" frecuentemente asociados a un emprendimiento de carácter intelectual más que a una empresa agrícola.", explican los autores. "Para sorpresa de muchos tradicionalistas, Gustavo sostuvo que el “conocimiento” era la herramienta más poderosa de un productor."

Lo curioso es cómo encontraron la oportunidad para reinvertarse de la forma en que lo hicieron. Contó Andrea: "En el ´88 hubo una inundación en Carlos Casares y de esa crisis vino la oportunidad. No era necesario ser dueños de la tierra, ni comprar campos para sembrar." Y así comenzaron a crecer.

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