miércoles, enero 17, 2007

La Estrella Federal

por danila

Saliendo por el jardín trasero de la casa de mi suegra en El Paraíso, hacia los campos de soja, y tomando la ruta de tierra que va a Ramallo Pueblo, se llega en pocos minutos de auto a La Estrella Federal. Eso hicimos el sábado pasado al mediodía.

La Estrella Federal es un emprendimiento de Gabo Nazar, amigo ramallense y dueño de
Cardón. Me corrijo: es "el primer emprendimiento de Cardón Estancias" por lo que se sobrentiende que esto es sólo el comienzo... (de hecho ya salió el segundo... Estancia Smithfield en Zárate).

Antes La Estrella Federal se llamaba "El viejo ombú" pero Cristian, mi esposo, siempre lo conoció como "lo Quesada" (lo de los Quesada). El legendario paraisero Alberto Mossi, entonces presidente de la cooperativa eléctrica y muy amigo de mi difunto suegro, le daba a Cristian la llave de la tranquera de "lo Quesada" para que fuera a pescar al río. Para esa época el terreno ya pertencía a FIPLASTO y estaba abandonado. Cristian cruzaba el monte sorteando yuyos hasta llegar al viejo casco colonial semi-destruído enclavado en las orillas del Paraná.

El sábado desde la terraza del casco recuperado --un espacio sublime y especial, fresco a pesar del calor del verano--tomábamos Malbec Cardón (seleccionado de bodega Salentein) y contemplábamos el mismo río del que un niño se abasteció de trofeos.

Se tiene bastante certeza de que fue nada más ni nada menos que
Carlos Thays quien diseñó los jardines de la estancia, que ocupa 400 hectáreas y bordea el Paraná a la altura de la desembocadura del arroyo Las Hermanas. Admirando desde el sulqui el conjunto armónico de espacios abiertos y arboledas, la estatua inesperada de un venado en un llano, el aljibe, un santuario, paraísos, platános, tipas, ombúes y eucaliptos, me convencí a mi misma de que en efecto el gran paisajista francés había hecho su magia nuevamente.

Lo que más me gustó de La Estrella Federal es que se recuperó un espacio autóctono. No desentona en Paraíso sino que se luce. Lejos de ser un barrio cerrado miamiesco, es un parque campechano, muy bonito y libre, con vacas y árboles. Está bien que esté ahí y que sea así.


Yo lo conocí a Gabo a mediados de los '90 en la esquina de Uriburu y Arenales. Nos lo cruzamos con Cristian porque por ahí tenía su pequeña talabartería (Cris todavía tiene un cinturón que confeccionó él por aquellos tiempos). El proceso que hizo es interesante. Como si se tratara de un ejercicio de asociación libre: talabartería - campo - ropa gauchesca - estancias - vacas. Es notable cuánto un negocio puede diversificarse bajo un mismo paraguas conceptual. No tienen nada que ver una cadena franquiciada de locales urbanos de indumentaria con una estancia "orientada al descanso y al turismo rural." Sin embargo, los nombres (Cardón, Estrella Federal) y el perfil de los compradores (gente de campo adinerada, gente de ciudad amante del campo, viajeros del mundo que se enamoran de las Pampas) conforman un todo coherente. ¿El paraguas conceptual?: "Cosas Nuestras. Nuestra filosofía: recuperar y otorgar valor a las cosas nuestras ..."

Me recuerda -en esto de diversificación con foco- a otro empresario, el inglés
Richard Branson. Virgin fue primero discográfica (grabó a los Sex Pistols en los '70) y luego aerolínea, comercios, radio, editorial, trenes, cosmética, vodka, teléfonos celulares... Para probar que el límite es el cielo en 2004 se anunció Virgin Galactic, dedicada al turismo galáctico. El todo coherente que engloba a estos negocios disparatadamente diferentes es el mismo tipo de público: gente jóven amante de la música y de los viajes, personas modernas, hiperactivas, innovadoras... la cuestión es que Branson tiene (o tuvo, porque varios los vendió muy bien) unos 300 negocios alrededor de la marca Virgin.

La tarde en La Estrella Federal, luego de lancha, sulqui, charla y comida, terminó ojeando el catálogo de la nueva colección de Cardón en la que está fotografiado El Paraíso. Ahí está la vieja estación de tren y la capilla en la que Cristian y yo nos casamos. Aprendí muchas cosas que sin duda darán para más de una entrada en el blog.






3 comentarios:

Anónimo dijo...

hola, te encontré porque buscaba información sobre estancia smithfield (zárate) y te escribo para que por favor le pidas a tu amigo gabo nazar que se ponga las pilas (junto con la tranparente eidico, claro) e intente terminar el emprendimiento en el cual estamos embarcados muchas familias, esperando, finalmente, que podamos construir nuestras casas.
gracias.
laura.

Lipeo gamuzon dijo...

Gabo nazar...Que puede decir el sobre emprendedores,seguramente muchas cosas ya que de quebrar y volver a comenzar es ya sabe como salir de ese mal trago.
Igualmente despues aver trabajado con el mas de un año en su empresa como vendedor,puedo decir que su empresa crece atraves de mal trato de los empleados,pagarles a destiempo,y con un sistema de venta imposible de alcanzar basados en metas imposibles de alcanzar con los medios que corren.
Por eso digo yo cuando uno crece asi tampoco esta bueno,ya que lo empleados tendrian que crecer a la par de sus jefes algo que no pasa,cuando la torta es tarde mas ratones se acercan,sobre todo cuandop los recursos humanos de esta empresa esta practicamnet acefalo y no por que no tenga un gerente,por que peor,lo tiene pero carente de ideas y de inteligencia,con uan gerenta comercial que da verguenza y con encargados en los locales,que son ciervos y temerosos a la hora de reclamar.
Lipeo Gamuzon

Anónimo dijo...

Un chanta Rómulo Gabriel Nazar

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