jueves, diciembre 04, 2008

¿Son unos mejores que los otros?

Por Danila.

Sigo el debate sobre emprendedores por necesidad versus oportunidad del post anterior de landi (refiriéndose a esta entrada del blog de Santi) y que también tocamos en esta otra entrada.

El error que muchas veces se comente es el de desmerecer a quienes emprenden por necesidad. Casi todos los que trabajan en relación de dependencia, lo hacen por esa razón. Entonces, ¿por qué deja de ser honrable en el caso de los emprendedores? La supervivencia es un poderoso motor, como lo demuestra el caso de InsuAgro, proveedora de insumos para la agroindustria que surgió en 2002 luego de que dos colegas de una multinacional japonesa se quedaran sin empleo.

Para mi hay que hay que hacer las dos cosas: identificar a esos emprendedores "extraordinarios" y apoyarlos para que se desarrolle la innovación y las industrias -como bien hace Endeavor y también el IAE con NAVES (ver este otro post), pero también motivar y capacitar a los "normales" para que salgan adelante, junto con sus familias y su entorno.

Con Landi, a través de nuestros libros y seminarios, nos dirigimos a los más "normales". Nos da una enorme satisfacción cada vez que alguien se anima, piensa un proyecto y lo lleva a cabo. Por más modesto que sea. Hoy mismo, leía el plan de negocios de una casa de empanadas y sandwiches que nos mandó un lector de Formosa, estudiante de gastronomía. Lo presentó como tésis y ahora quiere ponerlo en marcha:
"Antes de comenzar el trabajo, no teníamos ni idea de por donde arrancar, razón por la cual me empeñé en conseguir su libro, a partir de ahí nos abrió mucho la mente y pudimos dar el puntapié a nuestro objetivo. La razón de ver los errores es que a futuro queremos hacerlo realidad porque estamos tan seguros que es un negocio rentable en nuestra ciudad, y por ende es nuestro sueño. No contamos con esa plata, pero confíamos en Dios, que es nuestro único sostén y nos da fuerzas."
Se necesita que ambos tipos de emprendedores, los normales y los extraordinarios, sean capacitados y acompañados. Los dos son necesarios. Sino vean lo que pasó con el campo en la Argentina en la última década. Creció gracias a las dos clases de emprendedores: por un lado, los gringos de este mundo, como el compadre de mi esposo en El Paraíso, cara colorada, campesino madrugador de pocos estudios formales, autodidácta y entusiasta, que fue aprendiendo, tecnificándose y creciendo de a poco; y los Grobocopatel de este mundo, que con su enorme visión y empuje, generaron estructuras y estrategias nuevas para que la actividad despegara. Unos se necesitan a los otros y se retroalimentan, generando un círculo virtuoso.

1 comentario:

Santiago B. dijo...

Dani, gracias por contribuir a la discusión de este tema. Está muy bueno lo que decís y me pareció genial la elección de la foto!

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