Estudiar para emprender: dos historias de alto vuelo

por landi

Uno es hoy dueño de una aerolínea, el otro apenas de unos patos, pero al verlos en el diario ayer a los dos, sentí que tienen en común el espíritu emprendedor y de autosuperación que admiramos desde aquí.

A Arturo Alvarez Demalde lo conocí cuando tenía 20 años, casi nada de experiencia y una voluntad inquebrantable para estudiar y llegar lejos. Hace un tiempo que queria escribir sobre su carrera emprendedora, pero por una cosa o por otra la entrada quedó postergada. Ayer una entrevista que le hicieron en La Nacion, me recordó su historia.

Cuando lo conocí éramos los dos pasantes en una empresa multinacional, que aprovechávamos la estadía en una empresa grande, para ver de cerca la realidad que estudiábamos en la facultad y soñar con un futuro emprendedor.

Después de recibirse de economista, Arturo se quedó en la empresa e hizo una carrera en Europa, además de acceder a hacer un master en negocios en la Universidad de Harvard.

Pronto pudo capitalizar sus experiencia y hacer realidad el sueño de la empresa propia. Con dos socios argentinos que conoció en el exterior formaron el grupo de inversión Leadgate y no arrancaron con poco: compraron la quebrada Parmalat en Uruguay y en dos años la reconvirtieron, hasta venderla a un socio estratégico en Venezuela. Desde hace un par de años, con el mismo grupo se asociaron al Estado uruguayo y hoy son dueños de la aerolínea Pluna, empresa a la que también están transformando despues de años de pérdida.

En otra de mis lecturas de domingo, me encontré con Mario Techera, un chico de 14 años hijo de un cartonero, que cría patos para comprar los útiles que necesita para seguir estudiando. Mario sueña con estudiar en la universidad y llagar a tener su propia veterinaria. "Vale la pena hacer el esfuerzo –dice Mario tímidamente–. La escuela es la única que puede ayudar a tener un trabajo".

Mientras en la Argentina en la mitad de las escuelas hoy no empiezan las clases por paros docentes, los dos emprendedores son un ejemplo de lo que el estudiar --tal vez uno de los primeros emprendimientos en los que nos vemos involucrados-- puede lograr. Bravo Arturo! Vamos Mario!.

Fotos: www.flypluna.com