Punta del Este, emprendimientos de lujo al borde del mar

por landi


En Punta del Este las torres y las grúas se elevan contra el cielo claro. Hacía mucho años que no pasaba por aquí, y los protagonistas no son ahora las estrellas en vacaciones ni la calle Gorlero, sino las inmensas torres de departamentos con vista al mar. Unas cuantas terminadas en los últimos años, otras tantas en construcción, e incluso varias con un showroom armado para arrancar la preventa.


Los edificios de este balneario uruguayo tienen cada vez más lujo incorporado. Gimnasio, piscina, mucamas y servicio de playa para no tener que llevar sillas o sombrillas, los más básicos.

Los nuevos emprendimientos de lujo se matan con las relaciones públicas para dar con los compradores indicados, desde fiestas y vernissages, hasta paseos en limusinas y autos de regalo. Los grandes lanzamientos están este año a la orden del día y forman parte de las agendas de los visitantes de canas y bolsillos abultados.

Acqua, por ejemplo, un edificio diseñado por el arquitecto Rafael Viñoly consiste en unidades aterrazadas sobre el mar con piscina privada y todos los servicios que se puedan ocurrir. "El departamento más barato cuesta un millón doscientos ciencuenta mil dólares", me contó asombrada una invitada a uno de los eventos de presentación conque los emprendedores de proyectos de lujo buscan atrapar compradores con comida gourmet, conciertos, regalos y música. Todo gratuito, por supuesto. Claro, en ese emprendimiento aún en construcción la unidad más cara cuesta ¡7 millones de dólares!

"En lugar de escapar del invierno a Miami, vengo acá", me comentó un argentino radicado en el norte de Estados Unidos. Argentinos, brasileños y algunos uruguayos pueblan el paisaje cada vez más parecido al de la ciudad de la Florida. Pero resulta increíble que aquí todo esto exista sólo para dos o tres meses y que la ciudad quede casi desierta el resto del año. Cosas del dinero y la civilización.